domingo, 18 de octubre de 2009

RETRATO DE UNA MADRE

De Monseñor Ramón Ángel Jara
Imagen: Cortesía del Blog del Padre José Antonio Medina Pellegrini.
Hay una mujer que tiene algo de Dios por la inmensidad de su amor,
y mucho de ángel por la incansable solicitud de sus cuidados;
una mujer que, siendo joven, tiene la reflexión de una anciana,
y en la vejez, trabaja con el vigor de la juventud;
una mujer que, si es ignorante, descubre los secretos de la vida con más acierto que un sabio,y si es instruida, se acomoda a la simplicidad de los niños;
una mujer que siendo pobre, se satisface con la felicidad de los que ama,
y siendo rica daría con gusto su tesoro por no sufrir en su corazón la herida de la ingratitud;
una mujer que siendo vigorosa se estremece con el llanto de un niño,
y siendo débil se reviste a veces con la bravura de un león;
una mujer que mientras viva, no la sabremos estimar,
porque a su lado todos los dolores se olvidan,
pero después de muerta,
daríamos todo lo que somos y todo lo que tenemos por mirarla un solo instante,
por recibir de ella un solo abrazo,
por escuchar un sólo acento de sus labios.
De esta mujer no me exijáis el nombre,
si no queréis que empape con lágrimas vuestro álbum,porque ya la vi pasar en mi camino.
Cuando crezcan vuestros hijos,
leedles esta página y ellos,
cubriendo de besos vuestra frente,
os dirán que un humilde viajero
en pago del suntuoso hospedaje recibido,
ha dejado aquí, para vos y para ellos,
un boceto del retrato de su madre.

Monseñor Ramón Ángel Jara:
Imagen: Monseñor Ramón Ángel Jara (Derecha en la foto). Cortesía de Franciscanos Concepción.

Nació en Santiago de Chile el 2 de agosto de 1852. Comenzó sus estudios con los padres franceses en el Colegio de los Sagrados Corazones de Valdivia y en 1862 se incorporó al seminario conciliar de Santiago, donde alcanzó el grado de bachiller en humanidades. Posteriormente ingresó en la Universidad de Chile para seguir la carrera de leyes, pero en 1874 abandonó dicha carrera porque decidió ser sacerdote. Recibió la ordenación sacerdotal el 16 de septiembre de 1876. Llegó a ser el quinto obispo de San Carlos de Ancud y también el quinto obispo de La Serena. Se distinguió por su gran elocuencia, lo cual le valió los títulos de “primer orador eclesiástico de Chile”, “primer orador católico del siglo”, “cisne de la elocuencia sagrada” y “el Crisóstomo chileno”. Falleció en la ciudad de Serena el 9 de marzo de 1917 siendo sepultado en la catedral diocesana.

Publicado originariamente por Devocionario. Reproducido por TransenerclimArte.
TransenerclimArte saluda desde este poema inmortal, a todas las madres del mundo, porque hoy se celebra el Día de la Madre en Argentina, pero todos los días, son el día de la madre, en todo el mundo.
Gracias por la visita. Hasta otro "Momento TransenerclimArte"

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